Es paz, acallar por siempre el grito lastimero,
silenciar en armisticio el canto de metralla,
acabar con el fuego, fulgor de la batalla
y destemplar, sin pesar, el filo del acero.
Es desterrar muy lejos al pillo camorrero,
derribar con ideas los credos de batalla,
evadir, sin huir, a quien nos avasalla,
poniéndonos la yunta del desigual guerrero.
Es saber que la vida de todo ser humano
se valora lo mismo que la de nuestro hermano,
pues soporta rigores tan cruentos del combate
en donde pierden todos, incluso quienes ganan
ya que su propia vida con su accionar profanan
y en su estela de odio, hasta al feliz se abate.
© Saúl Sánchez Toro
Villa Hada
Vilamaria, Caldas , Colombia
Septiembre 11 de 2016
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