Besos evocadores que vuelven con tristeza
a sentirse presentes aunque ya están lejanos,
en su momento fueron esos besos profanos
que a nuestra vida dieron sentido y fortaleza.
Ellos, los que impulsaron sentíres y pasiones
y en cuya fuerza estaba protegiéndose el amor,
fueron los que acabaron con los celos y el dolor,
y llenaron del todo nuestro ser de emociones
Fueron besos de fuego, de pasión y arrebato
con los que construímos castillos de alegría
y hoy después de los años, al acabarse el día
nos llenan de añoranza, tal vez recuerdo grato,
ahora incrementado, mirando tu retrato
en donde está tu boca, clamando por la mía.
© Saúl Sánchez Toro
Medellín, Colombia
Septiembre 17 de 2011
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