Febril ansia de abrazadora noche,
recóndita en la luz de tu mirada,
que siento tan ardiente, apasionada,
dispuesta a compartir de amor derroche.
Tus labios rojos en pasión fundidos
muy prestos a entregarse con sus besos,
ofrecen hechiceros embelesos,
olvidados entre náufragos fluidos.
Un cuerpo deseoso, palpitante,
sintiendo que sus fibras estremecen,
en suelo yace por amor vencido;
su pecho tiene el corazón crecido,
en su alma, los sentidos enternecen
y en la mente flaqueza de un instante.
© Saúl Sánchez Toro
Manizales, Colombia
Septiembre 16 de 2014
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