Recuerda que estuvimos en la arena
mirando las estrellas en el Cielo,
las gotas diamantinas en tu pelo,
con tu terneza negaban mi pena.
Te vi moverte como la sirena,
la misma que a Odiseo dio desvelo,
mientras el mar formaba un arroyuelo
pagando con delirios mi condena.
Era la última vez en Escambrón,
instante pasajero bien grabado
en las memorias de un feliz pasado,
tan solo un resplandor de mil recuerdos,
fogoso instante de momentos cuerdos,
donde quedó olvidado un corazón.
© Saúl Sánchez Toro
Villa Hada
La Florida, Villamaria, Caldas, Colombia
Noviembre de 2020
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