despues de esa inagotable noche de lujuria.
Tus dulces besos, tus caricias tiernas,
el suave susurrar de tus palabras,
y el murmullo sutil de tus gemidos.
Fue un amanecer de desvarios
de enjuague, de sudor y emanaciones,
de gritos de placer y de emociones
de roces corporales y quejidos
Amanecimos ebrios, de palabras bonitas,
de promesa de vernos y de versos sutiles.
Ojala que el destino nos vuelva a reencontrar
y nos de como ofrenda
un nuevo amanecer.
© Saul Sanchez Toro
Fotografía: © Renelexxx
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