Oye noche, no te aburras conmigo,
no te canses con mi canto;
déjame estar contigo
y gozar de tu silencio.
Deja que explore tu mundo
de luceros y de estrellas,
que me hunda en la inmensidad
de tu bruñido universo.
Buscar en tu infinidad,
el origen de tu calma;
la cuna donde nace ella
porque quiero recostarme en ese lecho
e impregnarme de sus efluvios.
Quiero que mi cuerpo absorba
irradiaciones de serenidad, tranquilidad, paz
y que se haga resistente
a los agrestes golpes... de la realidad.
Medellin (Antioquia), Colombia (S.A.)
Enero 31 de 2011
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