EL OTRO HUECO
Más allá donde mueren los suspiros
y se forma pavoroso el gran abismo,
se atropellan los dolores y los ruidos
que lo hacen trepidar a uno mismo.
Ya Caronte se baja de su barca
y nos tiende su mano cadavérica
sin sospechar siquiera que no estamos
preparados aun para su guerra,
Nos dejamos llevar por la agonía
que nos producen los besos sin sentido
y miramos al hoyo apasionados
como queriendo estar siempre dormidos.
© Saúl Sánchez Toro
Medellin , Colombia
Mayo 26 de 2011
2 comentarios:
Hay situaciones enivitables.
Particulares, extraños y hermosos versos.
un abrazo
Gracias Mery por detener tu camino y llegar hasta mi página.
Publicar un comentario