He vuelto Manizales
a cabalgar tu lomo
y encontrarme de nuevo
con mi lejano ayer.
Retomar en tus barrios
recuerdos olvidados
que acercan mi pasado
de dicha y de placer.
Al regresar los años
evoco cosas bellas
que si pudiera el tiempo
haría retroceder.
En tus calles tranquilas
tan cerca a las estrellas,
tuve la paz soñada
que hoy vuelvo a poseer.
Eres mi Manizales,
la que un día mis padres
me dieron como herencia
que se signó al nacer.
Y al pasar hoy el tiempo
después de tantos años,
al volver a tus lares
me vuelvo a conmover.
Tus calles empinadas,
la catedral que amamos
el cielo donde un día
me entregaste un querer
los llevo aquí guardados
en ánfora bendita
donde me enorgullezco
de a tí pertenecer.
Soy hijo de tus faldas
de tu Ruiz silencioso
de tus tardes de bruma
que no quiero perder.
Mi sangre tiene esencia
del paisa montañero
que cruzando montañas
se vino acá a crecer.
Y viendo la belleza
y esplendor de esta tierra
decidió echar semillas
y aquí permanecer.
Yo heredé esas raíces,
por eso he vuelto al predio
donde un día ignorado
espero fallecer.
© Saúl Sánchez Toro
Villa Hada
La Florida
Villamaría, Caldas, Colombia
Julio 15 de 2013
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